Quien no se ha enfrentado a la tarea de:
- comer pescado y lidiar con las espinas,
- comer sandía y vérselas con las pepitas,
- comer pollo como se debe, o sea con las manos y chupándo hasta el último huesito de las alitas (por si acaso, nadie me gana en el arte de comer pollo).
¿Y como te deshaces de las espinas, pepitas o huesitos sin parecer un cerdo y sin recurrir a las manos?.
He aquí la solución.
Consiste en una bolsitas de papel acartonado que le permite deshacerse de esos molestos residuos con la discreción del caso, se lo acerca a la boca como si fuera un vaso y escupe el residuo.
- comer pescado y lidiar con las espinas,
- comer sandía y vérselas con las pepitas,
- comer pollo como se debe, o sea con las manos y chupándo hasta el último huesito de las alitas (por si acaso, nadie me gana en el arte de comer pollo).
¿Y como te deshaces de las espinas, pepitas o huesitos sin parecer un cerdo y sin recurrir a las manos?.
He aquí la solución.
Consiste en una bolsitas de papel acartonado que le permite deshacerse de esos molestos residuos con la discreción del caso, se lo acerca a la boca como si fuera un vaso y escupe el residuo.
La tapa redondeada sirve para dos propósitos: primero, para limpiar algún residuo alrededor de la boca del comensal y segundo, para tapar la bolsita y desecharla.